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Quedé enloquecido
Por un susurro
Que estremece mis entrañas
.
Por un fuego
Que derrite mi ser
Por un abrazo
Que apacigua mi espíritu
Por una luz
Que ilumina mi razón
.
¿Cuál es el origen ardiente
De esta embriaguez
Que me arrebata?
.
Sé que jamás podría poseerte
No obstante…
¿De dónde surge esta obcecación?
.
¿Cuándo dejaré de temer a tu fuego?
¿Cuándo me entregaré a tus llamas?
.
Tu calor me estremece
Tu calor me subyuga
Tu calor me enloquece
.
Y mientras observo estas llamas
El mundo se disuelve en este ardor.
.
A solas
Virginalmente
Asalvajadamente
A solas
.
Cuando la danza de esta guerra
Comienza a desplegarse
Libera su generosidad
Sólo entonces la espontaneidad
Encuentra el ritmo preciso
.
En esta danza,
El movimiento es impecable
Desde lo genuino,
El compás es perfecto.
.
En esta guerra,
No caben el letargo ni la cobardía
En esta guerra,
Toda mancha es purificada.
.
Como un susurro,
A través de las tinieblas
Como una caricia,
En la más honda de mis heridas
Como un grito,
En el eco de una noche fría
Como unas lágrimas,
En el más dulce de los regazos
Como un desfallecimiento,
En los brazos de lo Amado
.
Ahora sé
Que sólo me espera un destino.
.
Este verano tardío
Esconde aún sus secretos
La fidelidad
Debe ser protegida
.
Ninguna sofisticada habilidad
Podrá suplantar la frescura
De tu genuina espontaneidad
Ninguna expectativa prometedora
Podrá alejarme
De la herida de tu ausencia
Tan contundentemente
Reveladora
.
.
¿Quiénes tienen acceso
A los aposentos?
Y ¿cuál es el soporte
De sus pensamientos?
¿Quiénes son los aliados?
Y ¿cómo son recompensados?
.
Qué extraña libertad
Que nos roba
Toda la lealtad
Que extraña esclavitud
Que nos aleja
De toda virtud
Que extraño compromiso
Que nos ciega
A lo que oculta, omiso
.
Y en cambio,
Qué intenso es el abrazo
Cuando caigo en tu regazo
.
Marsias Yana