El hilo de Ariadna
La Salida del Laberinto
El Hilo de Ariadna, se editó por primera vez en el 2007, bajo el titulo “El Hilo de Ariadna – Ficciones de Perogrullo”, y fue reescrito en 2012, suprimiendo unas 50 páginas y añadiéndole unas 100, lo que lo convirtió en una obra nueva, que sustituía definitivamente a la anterior.
En un intento de dibujar un boceto sobre la actual situación social, el autor esboza previamente un breve recorrido histórico, que ayudará a encajar el resto de las piezas que posteriormente se mostrarán.
En el trascurso del texto se plantea la urgente necesidad de encarar una reflexión amplia, capaz de vulnerar los límites en los que el actual paradigma productivo nos ha ceñido. Para esto, solicita la colaboración del lector, pidiéndole que se apee de ese continuo bucle de entretenimiento-trabajo, que consume su limitado tiempo vital.
Señala también que, en ese tiempo, nuestra atención se encuentra constreñida por la búsqueda subyacente de aprobación o alabanza y el temor a la humillación (externa o interna). Siendo esto algo que limita nuestra libertad interna y merma nuestras facultades psicológicas.
“Considerando prioritario encontrar las preguntas, debemos antes encontrar la actitud correcta para plantearlas. En esta pretensión, nos adentraremos en esos espacios que fueron olvidados en aquél andén, donde se confundió la dirección del trayecto.
…quienes no hayan contactado y aceptado la profunda dimensión de su drama existencial, vivenciarán como agresión cualquier intento de mostrar la verdad.
Reconocer y aceptar la ansiedad es la única vía para comprender, no sólo este escrito, sino también la naturaleza de la compleja trama emocional que envuelve nuestras acciones.“
Pero el autor no se limita a señalar, sino que traza los vectores (históricos y sociales) que determinan nuestro comportamiento. Confiando que las comprensiones que, la lectura de este libro, pudiesen provocar en el lector sean sometidas a un profundo estudio y una fértil reflexión.
El Hilo de Ariadna, objetiva el actual paradigma globalizador, presentando una propuesta inusual, en la que se desnudan las actitudes que sostienen la cotidianidad aparente.
“… hay que considerar que la coyuntura histórica que nos ha tocado vivir es realmente única. Nos acercamos a un cambio, y todos lo podemos sentir. La crisis se amplía a todos los rangos: económica, ecológica, humana, psíquica, planetaria, afectiva.
Como consecuencia de este proceso, se ha generado un entorno singular. Un entorno que nos empuja a buscar, en la ensoñación e imaginación, un sucedáneo de la realidad. Creándose así un mundo de relaciones virtuales, donde la persona se auto-gratifica, creyéndose acompañada.”
El Hilo de Ariadna, va gradualmente desmontando las bases mercantiles sobre las que se sostiene esta sociedad. Lo hace sin indignación, reposadamente, abriendo nuevas esperanzas y planteando otros horizontes. Horizontes en los que la mente humana debería reposar, en lugar de exponerse ante la codicia de una actitud alienada.
Esta actitud ajena a lo humano, forjada en la avidez, obedece a intereses deshumanizados, emanados de una concepción pueril de la existencia y de lo Sagrado. El poder que esta actitud ha propiciado, dotado de enormes recursos mediáticos y educativos, penetra en los hogares impunemente. Tal como un Caballo de Troya, entrando en nuestra intimidad y destruyendo nuestras bases culturales y sus raíces.
El autor también contempla los avances de la ciencia y la psicología, y expone, con evidencias, que su motivación ha sido pervertida por la codicia.
Podríamos atrevernos a considerar este texto como humanamente subversivo, pero caeríamos en un etiquetado simplista. En el Hilo de Ariadna el autor pretende algo más, que el lector deberá ir descubriendo, en la medida que disponga de la motivación y del tiempo para ir digiriendo estos contenidos.